JANE BIRKIN y SERGE GAINSBOURG

Jane Birkin y Serge Gainsbourg, la pareja de "Yo te quiero... yo tampoco". Tema emblemático de 1969.

Jane Birkin, un sex-symbol de la época.

Je t’aime… moi non plus: A 42 AÑOS DEL TEMA EROTICO, MAS POLEMICO.

Ocurría en 1969, cuando un tema interpretado por una pareja de amantes en la vida real y en la ficción, representaron un acto sexual en pleno estudio de grabación. En el disco quedó registrado más allá del canto, los continuos susurros y hasta la simulación de un orgasmo por parte de la cantante. Una vez difundido en los principales países europeos, se transformó en polémico, prohibido en algunos de los casos, y denunciado públicamente por el Vaticano, por juzgarlo un himno erótico, citándolo como ofensivo. Con ese aderezo, fue un impacto incuestionable en casi todo el mundo a pesar de la censura, llegando al número uno de ventas y popularidad en un sinfín de lugares por el orbe. Su compositor es Serge Gainsbourg, quien un año antes lo había grabado junto a Brigitte Bardot. Días después de concluir las sesiones, Brigitte se tiró para atrás y le solicitó a Serge que no hiciera pública la grabación; Gainsbourg aceptó. Frustrado en el intento, recorriendo las calles parisinas conoce a Jane Birkin, se enamora de ella, y le propone hacer una nueva versión de “Je t’aime… moi non plus” –“Yo te quiero… yo tampoco”-. Los resultados ya son conocidos. Es considerada la máxima canción de amor y la primera en reflejar un acto carnal tan directo.

LYNDA CARTER: UNA MARAVILLA DE MUJER

"The Wonder Woman", un éxito de la tevé junto a Diana Prince.

“The Wonder Woman” es el personaje que le crearon para ella y a decir verdad, nunca hubo ni habrá alguien parecido para ese papel. Fue su salto a la fama y por ello la reconocen hasta el presente. Jamás podrá arrancar su imagen de “Mujer Maravilla” donde daba vueltas y se convertía, volando con super fuerza y velocidad, siendo inmortal junto a su lazo mágico, en los episodios televisivos de fines de los setenta. De pelo negro azabache, ojos azules, bien alta –casi 1.90- sin llegar a los setenta kilos, con un cuerpo monumental, la tan bonita y elegante Lynda Carter -Miss USA 1972- se adueño de su célebre interpretación y no se la prestó a nadie. Es que hasta el día de hoy están buscando una sustituta para una nueva versión “maravillosa”, y cuando la localizan no les convence, siendo el gran problema de los productores de la cadena de tv, que solo piensan en el remake. Al margen de que segundas partes casi nunca son buenas, todo salta a la vista indicando que Lynda es y será “La Mujer Maravilla”, por siempre.