CARLOS BALA, EL SEÑOR DEL FLEQUILLO

“¿Qué gusto tiene la sal?”, “¡Fabulósico!”, “Ea-ea-ea pe-pé”, “Más rápido que un bombero!”, “Ya mismo y sin cambiar de andén!”, “Quédese tranquilo y duerma sin frazada”, “Pero, escúcheme una situación, señor...”, “Está un kilo y dos pancitos”, “Zazaza Zazaza”, “¿Mamá, cuándo no vamo?”, “Sumbudrule!”, “¡Pero ves que no se puede dar confianza!”... repetía en sus programas de televisión desde la década del sesenta en adelante, colocando las frases para la historia. Aún en el presente, muchos las recuerdan y las siguen repitiendo. Humorista de primera, su inicio en la comicidad fue en los colectivos de la línea 39, que pasaban a cuatro cuadras de su casa, haciendo reír a carcajadas a todos los pasajeros, quienes además de colaborar con alguna moneda, le aconsejaban que fuera a trabajar a alguna radio para mostrarse ante el gran público. Le hizo una prueba Delfor y lo presentó en “La Revista Dislocada” a través de Radio Splendid. Algunos, que peinan canas, como se dice habitualmente, lo habrán sintonizado. Integró el trio “Los Tres” junto a Alberto Locati y Jorge Marchesini, que se popularizó en Radio El Mundo y que logró presentaciones en Montecarlo TV Canal 4, los domingos en “Noches Brillantes De Angenscheidt”, la famosa tienda de la Avda. 18 de Julio. Su gran momento lo vivió en los espacios infantiles, practicando una comicidad sana, sin golpes bajos, siempre de corte alegre en todo el sentido de la palabra. Acaba de cumplir 85 jóvenes años y sigue tan campante por la vida, brindando su optimismo, buena onda y profesionalidad. Se llama: Carlos Bala y es un grande.